Comprar y usar tu primer consolador puede ser una experiencia emocionante, pero es normal tener dudas. Esta guía está diseñada para ayudarte a empezar de manera segura y placentera, desmitificando el proceso y permitiéndote disfrutar de una nueva forma de explorar tu sexualidad.
Paso 1: Antes de empezar, la preparación es clave
La preparación es crucial para una experiencia placentera y segura. No te saltes estos pasos:
- Limpia el consolador: Antes del primer uso y después de cada uso, lava tu consolador con agua tibia y jabón neutro específico para juguetes sexuales. Si no tienes uno, puedes usar jabón antibacteriano suave. Asegúrate de secarlo completamente. La higiene es fundamental para evitar infecciones.
- Elige el lubricante adecuado: Un lubricante de base acuosa es la mejor opción para la mayoría de los consoladores. Es seguro, fácil de limpiar y no dañará los materiales como la silicona. Evita los lubricantes a base de aceite, ya que pueden deteriorar los juguetes de silicona.
- Crea el ambiente perfecto: Elige un lugar donde te sientas cómoda, relajada y sin interrupciones. Puede ser en la cama, en la ducha o en el sofá. Baja las luces, pon música suave o lo que te ayude a relajarte. El objetivo es que no sientas prisa.
Paso 2: Conéctate con tu cuerpo
Una vez que el ambiente esté listo, tómate un momento para conectarte contigo misma:
- Calienta: Toca tu cuerpo, explora las zonas que te gustan y las que te excitan. No vayas directamente al punto G o al clítoris; tómate tu tiempo para que tu cuerpo se relaje y se prepare.
- Usa el lubricante: Aplica una buena cantidad de lubricante en la punta del consolador y en la zona que planeas estimular. No escatimes, el lubricante hace toda la diferencia.
Paso 3: A la hora de usarlo
- Empieza lentamente: No lo introduzcas de golpe. Comienza con una estimulación externa. Puedes frotar el consolador suavemente sobre tu clítoris, los labios vaginales o cualquier otra zona sensible.
- Explora diferentes movimientos: Prueba a hacer círculos, movimientos de vaivén, presión suave y movimientos más rápidos. Descubre qué tipo de presión y movimiento te gusta más.
- Usa el consolador en la vagina: Si decides usarlo para la penetración, hazlo con movimientos suaves y lentos. La vagina tiene terminaciones nerviosas en diferentes puntos, así que experimenta con diferentes ángulos. Intenta estimular el punto G, que se encuentra a unos 5-7 cm de la entrada vaginal en la pared superior. Para encontrarlo, haz un movimiento de «ven, aquí» con el consolador.
- No te limites a la penetración vaginal: Puedes usar tu consolador para explorar la estimulación anal. Si lo haces, recuerda que la higiene es fundamental, y que si vas a penetrar la vagina después, deberás lavar el consolador para evitar pasar bacterias. Asegúrate de usar mucho lubricante y de ir con calma.
- Sé curiosa y paciente: El objetivo es el placer, no llegar al orgasmo lo más rápido posible. No te frustres si no sucede a la primera. La sexualidad es un viaje, no una carrera.
Paso 4: Después de usarlo
- Límpialo: Lava el consolador inmediatamente con agua tibia y jabón, como se indicó en el primer paso. Seca y guarda en un lugar limpio y seco, lejos del polvo y la luz directa del sol. Puedes usar una bolsa de tela o la caja original.
- Reflexiona: Piensa en lo que te gustó y lo que no. Esto te ayudará a entender mejor tus deseos y a explorar nuevas formas de placer en el futuro.
Explorar tu sexualidad con un consolador es un acto de autocuidado y autoconocimiento. Disfruta el proceso y recuerda que lo más importante es tu seguridad y tu placer. existen muchas tiendas de sexshop mayorista donde puedes encontrar gran variedad de juguetes.